Al principio este nuevo estilo fue rechazado, pero en poco tiempo tanto clubes británicos como de otras partes del mundo adoptaron estos pantalones. Mientras el juego comenzaba a esparcirse por Europa y otras partes, los clubes adoptaban uniformes similares a aquellos usados en el Reino Unido y, en algunos casos, la elección de los colores estuvo inspirada en los empleados por clubes británicos. Más tarde se abandonó esta regla en favor de otra que estipulaba la obligación de los clubes de tener un segundo equipamiento con colores diferentes al primero. Existe además el caso del Athletic Club y el Atlético de Madrid, quienes compraban directamente el equipamiento del Blackburn Rovers y más tarde del Southampton Football Club, siendo los colores de este último los que adoptarían definitivamente. En la final de la Copa FA de 1991, los jugadores del Tottenham Hotspur salieron al campo con pantalones algo más largos y sueltos.
Puma también pagó a Pelé 120.000 dólares estadounidenses para que calzase sus botas y le pidió específicamente que se agachase para atar sus cordones al comienzo de la final de la Copa Mundial de Fútbol de 1970, asegurándose así un primer plano de las botas para los telespectadores de todo el mundo. Con la llegada de las competiciones internacionales, como la Copa de Europa, el estilo de uniforme del sur de Europa se adoptó en el resto del continente y para el final de la década, los equipamientos pesados y las botas de los años previos a la guerra fueron abandonados completamente. En el periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, muchos equipos de Europa se vieron forzados a vestir uniformes inusuales, a causa del racionamiento de la vestimenta. El fútbol asociación organizado se jugó por primera vez en Inglaterra en la década de 1860. En estos tiempos, el concepto de un color generalizado en todo el equipo no existía; los equipos jugaban con cualquier vestimenta que tenían disponible y los jugadores de un mismo equipo se distinguían usando gorras o bandas que cruzaban el pecho, del hombro a la cintura. Para 1936 los jugadores europeos llevaban botas que pesaban un tercio de las empleadas una década antes, con la excepción de los clubes británicos, que no adoptaron estas reformas.
Los primeros uniformes iguales comenzaron a aparecer en la década de 1870, siendo muchos los clubes que eligieron los colores asociados con las escuelas u otras organizaciones deportivas de las cuales emergieron. Sin embargo, muchos de los diseños de esta década se recuerdan como los peores de todos los tiempos. Sin embargo, hay dos detalles fundamentales que identifican esta equipación con su ciudad. Esta técnica de estampación logra que los colores sean brillantes y que los detalles de tu diseño se vean nítidos partido tras partido. Para iniciar con el diseño de camiseta de futbol, simplemente debe enviarnos un bosquejo, imagen, modelo o foto, junto con los logos que desea agregar, y explicarnos sobre la modificación que se deba hacer acerca de los colores y formas de la misma. Las primeras espinilleras fueron usadas en 1874 por el jugador del Nottingham Forest Sam Weller Widdowson, quien cortó un par de protectores de críquet y se los puso sobre las medias.
Dos años después, camisetas de futbol baratas el Club Atlético Independiente de Argentina adoptó la camiseta roja tras ver jugar al Nottingham Forest. En los años 1930 también se avanzó en la fabricación de las botas gracias a la disponibilidad de materiales sintéticos y cueros más livianos. En el siglo XX las botas se volvieron más livianas, los pantalones se acortaron y los avances de la producción textil y de estampa permitieron la fabricación de camisetas de fibras sintéticas livianas, con diseños más coloridos y complejos. Así que quitarse o levantarse la camiseta, en términos de las reglas, es lo mismo. Pero se puede escribir cualquier cosa debajo de la camiseta, otra razón por la que está prohibido quitarse el uniforme de juego. Las primeras botas cortadas por debajo del tobillo fueron introducidas por Adidas en 1954. A pesar de que costaban el doble de las botas convencionales hasta entonces, fueron un gran éxito y establecieron la base de la compañía alemana en el mercado del fútbol. Al crear kits de fútbol personalizados para varios jugadores, solo tiene que diseñar una vez y luego puede personalizar cada camiseta con el nombre y número de cada jugador. Y añadió: “Un jugador debe ser amonestado, aunque no se valide el gol, si se quita la camiseta o se cubre la cabeza con ella”.